Impacto de la pandemia

El concepto de síndrome de la cabaña se empezó a usar a principios del siglo XX, en Estados Unidos, en aquellas zonas donde, debido a los intensos y largos inviernos, sus habitantes se veían obligados a pasar un extenso período sin salir de su casa.

Tras un prolongado período de tiempo confinado a mantenerse en el reducido espacio de la casa, con la limitación en salidas y paseos y realizando poco esfuerzo, es posible acostumbrarse a esta nueva situación.

Así, en algunas personas, cuando llego la hora de poder salir sin restricciones a la calle, se puede generar una sensación de miedo y temor.

Se habla de síndrome de la cabaña cuando el miedo por salir a la calle, el miedo a contactar con otras personas fuera de las paredes de la casa, temor a realizar actividades que antes eran cotidianas, como trabajar fuera de casa, tomar medios de transporte público o relacionarnos con otras personas conocidas.

Quien experimenta el síndrome de la cabaña puede experimentar, por un lado, confort, seguridad y tranquilidad en las actividades en casa, pero a la vez puede sentir ansiedad, evitación e irritabilidad por el mero hecho de pensar en salir a la calle o retomar la vida que tenía antes del confinamiento».